Manuel Cuadra Lizana detalló la nueva estructura del gobierno regional que cambió el nombre de la Intendencia y las gobernaciones provinciales. Subrayó que la institución mantiene su dependencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública y seguirá entregando el mismo servicio a la comunidad.
El pasado 14 de julio se realizó un hito importante en la descentralización del país. Con la asunción del primer Gobernador Regional elegido democráticamente en las urnas, las Intendencias y Gobernaciones del país cambiaron su nombre por Delegaciones Presidenciales.
El ex Gobernador provincial Manuel Cuadra Lizana, ratificado por el Presidente de la República como el primer Delegado Presidencial Provincial (DPP) de Colchagua, explicó el cambio administrativo que sufrió la región de O’Higgins.
“Esto se inscribe dentro del proceso de descentralización. Es un proceso que comenzó hace bastantes años atrás y que ha tenido muchos hitos durante la historia. El primero, cuando se crean los Intendentes a cargo de las regiones y los Gobernadores en las provincias. Lo de hoy es el cambio de esta estructura, donde los Intendentes y los Gobernadores pasan a llamarse Delegados Presidenciales. En el caso del Intendente, como Delegado Presidencia Regional (DPR) y los Gobernadores, como Delegados Presidenciales Provinciales. Y se agrega una nueva figura a esta institucionalidad regional de la descentralización, que es el Gobernador Regional, que ahora es elegido por votación ciudadana”, manifestó la autoridad provincial.
– ¿Cuál es entonces la nueva labor de los Delegados Presidenciales?
“El Delegado Presidencial, tanto regional como provincial, es el representante del Presidente de la República en su respectivo territorio y tiene una función fundamental, la más importante de todas y que todas se inscriben dentro de éstas, que es coordinar, hacer que la función pública que desarrolla el Estado en el territorio tenga un nivel de coordinación y coherencia. Uno tiene que advertir cuando un servicio no está funcionando bien, cuando no está siendo atendida alguna necesidad de interés público y por lo tanto, uno es un veedor del Presidente, un coordinador y facilitador también”.
– Es decir, ¿Tendrá las mismas funciones que los antiguos Gobernadores provinciales?
“En el caso particular de las Delegaciones Provinciales, los cambios son prácticamente nulos, porque uno sigue desempeñando las mismas funciones que antes. No nos quitan ninguna atribución, ni se agrega alguna nueva. Únicamente está el cambio de nombre desde Gobernador Provincial a Delegado Presidencial Provincial. Por lo tanto nosotros estamos con nuestras puertas abiertas para seguir atendiendo a la comunidad en las distintas actividades que desarrollamos”.
– Y en el caso de la institución, ¿la Delegación Presidencial ofrecerá nuevos servicios a la comunidad?
“Los cambios en las provincias, que no son capitales de región, son bastante mínimos. Solo cambia el nombre. Distinto es el caso de las provincias que son capital de región, porque ahí el cambio fue mayor, ya que esas gobernaciones provinciales se extinguieron. En O’Higgins ocurrió con la Gobernación provincial de Cachapoal, ya que ahí sólo quedó la Delegación Presidencial Regional. Ella es continuadora de la antigua Intendencia, pero con la limitante que pierde la administración del Fondo Regional de Desarrollo Regional. Es decir, la billetera regional ahora va a estar administrada por el Gobernador Regional y por el Consejo Regional (Core). Y el Delegado Presidencial Regional, sólo va a cumplir la función de representar al Presidente de la República en la región, coordinando las secretarías regional ministeriales (seremías) y los servicios públicos en este ámbito regional”.
– Con estos cambios, ¿Cuáles son los desafíos que ahora tendrá como Delegado Presidencial Provincial?
“Los desafíos de un Delegado Presidencial van cambiando constantemente dependiendo de las circunstancias que está viviendo el país en momentos determinados. La mayor necesidad que tenemos hoy es enfrentar la pandemia, lo que implica que debemos aplicar medidas sanitarias de control para que se éstas se cumplan. En ese sentido, realizar una coordinación en cuanto a la aplicación de esto y velar porque se lleven correctamente los procesos de vacunación. Nosotros, como representantes del Presidente y del Ministerio del Interior, tenemos una función específica en materia de seguridad pública. Nosotros lo hacemos ejerciendo una función de supervisión, de vigilancia, de coordinación, porque la seguridad pública está a cargo de instituciones muy antiguas, profesionales y serias, como son Carabineros de Chile y la Policía de Investigaciones y, por encontrarnos hoy en estado de excepción constitucional por catástrofe, del Ejército. Por lo tanto, uno ejerce una función de coordinación y de facilitación. Eso es lo más importante el día de hoy”.
“En el segundo lugar, estar atentos a que el Estado cumpla la labor de fomento hacia la pequeña y mediana empresa, porque tenemos un desafío de reactivar la economía, que ha sido azotada por la pandemia y, por tanto, una de las prioridades más importantes como país, es volver a crecer, volver a generar riqueza y tener una economía sana”. “Y también hay un aspecto muy importante del Estado y del Delegado Presidencial, que es el área social. Siempre hay sectores de nuestra población, algunas familias, que tienen problemas económicos, que caen en estado de vulnerabilidad y que requieren de mayor atención. Eso para nosotros es muy importante, ya que ningún chileno puede quedar ausente de la mano generosa, amistosa y fraternal del Estado. Los que pueden trabajar y desarrollarse económicamente y prosperar, excelente. Pero hay gente que le cuesta más y uno tiene que tratar de estar al lado de ellos para que se puedan subir al carro de la prosperidad y normalidad”, explicó Cuadra.
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